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¿Pinot Noir chileno o de Borgoña?

Borgoña, al este de Francia, tiene registros de ser una región vitivinícola desde 312 DC. Una de sus cepas nativas – Pinot Noir- tiene la cualidad de reflejar en su sabor las propiedades de la tierra donde crece, por lo cual, Borgoña produce vinos Pinot Noir con características únicas, las cuales obedecen a la calidad de los suelos y el clima de la zona, entre otras.

La uva Pinot Noir es materia prima de la mayoría de los vinos en la región y juega un importante papel en la reputación vinícola de la zona. Los vinos bien hechos con esta cepa se encuentran entre los más costosos del mundo, y Borgoña posee los atributos ideales para el cultivo de esta variedad: suelos de piedra caliza, presencia de fósiles marinos, clima fresco y buen nivel de sol.

En nuestro país, gracias a los suelos calcáreos delgados y de buena permeabilidad -típicos del valle central- el Pinot Noir chileno ha logrado cultivarse con éxito. Esta es una vid extremadamente sensible, y la peculiar geografía de Chile -con elementos como la cordillera de Los Andes, el océano Pacífico y el desierto de Atacama- crea barreras que la protegen de inclemencias del clima, plagas y enfermedades.

Pinot Noir

Pinot Noir de Chile

 

Características de la cepa Pinot Noir

El Pinot Noir es una variedad caprichosa y susceptible a enfermedades, por lo que requiere de muchos cuidados. Sus racimos son compactos y pequeños, parecidos a un «pino negro» colocado de forma invertida, lo que da origen a su nombre.  Sus uvas -de un violeta intenso de piel muy fina- dan un jugo dulce prácticamente incoloro. Sus hojas son pequeñas, sensibles al viento y las heladas.

Características del vino de Borgoña

La Región de Borgoña produce un vino Pinot Noir complejo. A pesar de que sus características varían de acuerdo al microclima en donde fue cultivada la vid, poseen ciertos elementos en común. Su color abarca una amplia gama de rojos intensos como el cerezo, granate y rubí, hasta tonos violáceos y color ladrillo. Son secos y suaves, no muy pesados ni fuertes en alcohol.

El conjunto de aromas que lo acompañan suele recordar a la cereza negra y grosella cuando son jóvenes, con el tiempo adquieren notas de especias -como pimienta y canela-, y otras como café, cuero y piel.

Características del Pinot Noir chileno

De acuerdo al catastro nacional vinícola más reciente, Pinot Noir es una de las 12 variedades de vid que más se cultivan en el país, con más de 4.000 hectáreas plantadas. El clima y suelo del valle central -muy similar a la región de Borgoña- constituye el escenario ideal para esta cepa. En general, el resultado es un vino aterciopelado, armónico, con aroma a frutas y baja concentración de taninos.

En los valles costeros como Leyda y Casablanca -y gracias a la influencia de la corriente de Humboldt- se han obtenido buenos resultados en el cultivo de Pinot Noir, generando un vino con aromas a frutos rojos -como frutillas, cerezas y guindas- además de toques de especias que generan una experiencia única al paladar.

Por último, vale la pena recordar que la temperatura ideal para tomar un Pinot Noir es a 14° C, y así disfrutar al máximo de todos los sabores y aromas que se presentan en boca, con una textura equilibrada, acidez moderada y bajo nivel de taninos.

El Pinot Noir chileno posee características muy similares en cuanto a sedosidad, intensidad de aromas, color y sabor que el producido en Borgoña, pero con características únicas gracias la geografía de nuestro país.